Higinio Rubio: “Queremos mejorar la sociedad a partir de la ingeniería”

Higinio Rubio: “Queremos mejorar la sociedad a partir de la ingeniería”

Seguimos presentando al talento de las empresas integrantes de Red Táctica. Nadie mejor que ellos para explicar cuál es la labor que desempeñan y el valor que aportan.

Higinio Rubio es Ingeniero de Proyectos en Táctica Industrial desde enero de 2018. Comenzó cubriendo una baja por maternidad en Táctica Corporativa, donde hacía labores de Ingeniero Técnico. Su cometido principal era la gestión técnica de proyectos de I+D financiados en convocatorias nacionales.

Al poco tiempo nació Táctica Industrial y se incorporó al proyecto desde el primer día.

“Persistente” y “trabajador”. Ambas cualidades le llevan a enfocarse en los proyectos y a no parar hasta que salen. “No me agobia, pero necesito acabar los proyectos, saber por qué pasan las cosas que pasan. Yo soy una persona que trabaja todo lo que puede, por lo menos para sentirme bien conmigo mismo y hacer equipo”, asegura.

-¿Cuál es tu labor principal en Táctica Industrial?

En general hacemos todos de todo, pero como yo empecé desde el principio voy tocando todos los palos. Oficialmente soy Ingeniero de Proyectos. Me llega un proyecto y mi labor es la consultoría. Un cliente te da su estructura o su producto y tú tienes que hacer el cálculo estructural para que esa estructura, máquina o pieza funcione, y que cumpla con la normativa y las especificaciones del cliente.

Para ello trabajamos con un programa de simulación numérica y cálculo analítico… Y esa es la labor principal.

“En Táctica le damos mucha importancia a la experimentación con maquetas”

Pero ahora estoy más enfocado a una línea de proyectos que hemos abierto de investigación aplicada. Le damos mucha importancia a la experimentación con maquetas. Antiguamente, antes de haber simuladores, se hacían maquetas a escala.

El ejemplo es el de los diseños que hacía Gaudí. Como no se disponía de ninguna calculadora digital o de ningún programa informático, él generaba lo que llamamos calculadoras analógicas. Por ejemplo, para hacer una cubierta con forma abovedada, lo que hacía era fabricar una maqueta a escala, darle la vuelta y ponerle una serie de cuerdas con ciertos pesos que representaban el peso que iba a soportar ese techo. Entonces, la forma natural que adoptaban las cuerdas era la forma que iba a tener la cubierta real cuando le diese la vuelta y se construyese de verdad.

La mejor manera de calcular analógicamente es realizar un análisis estructural con el material que tienes disponible. Y esa línea es a la que queremos tender nosotros: depender menos de la simulación numérica, no fiarse tanto de lo que dice el ordenador. Sí apoyarte en él para comparar los diferentes resultados y, si todos son iguales, concluir que esa es la solución posible.

-¿Por qué esa vuelta a las maquetas físicas?

Porque actualmente los programas informáticos de simulación son cada vez más intuitivos. Son más fáciles de utilizar, pero es más difícil entender lo que están haciendo.

Toda la formulación matemática que tiene al final se va tapando en capas que hace 10 o 15 años no había, y como tenías que programar tú desde el principio, sabías perfectamente lo que estabas haciendo.

Ahora obtienes una serie de colores o valores en pantalla, pero es más complicado saber si realmente son verdad y te los crees.

Por eso, si tú eres capaz de hacer una maqueta, un modelo experimental que reproduzca bien la realidad, vas a entender mejor el problema. Además, como lo estás haciendo todo con ecuaciones de escala, si funciona a escala también funciona en la vida real.

Es como volver atrás, pero utilizando las tecnologías de ahora. Tenemos las impresoras 3D y tecnologías electrónicas nuevas que nos ayudan a ser más precisos, más rápidos, más eficientes, y que nos permiten trabajar. Al final se logra más dinamismo.

-¿Hablas de diferenciación o de una tendencia en la Ingeniería Industrial?

Por regla general, las empresas se limitan a hacer maquetas solo cuando es estrictamente necesario. Para otro tipo de análisis, las personas se tiran más al ordenador porque es más fácil obtener resultados, y a priori es más rápido.

“Los modelos experimentales ayudan a entender mejor el problema”

Con los modelos a escala echas más tiempo, pero nosotros no lo consideramos como una pérdida de tiempo, sino como una inversión. ¿Por qué? Porque si tú eres capaz de entender el problema te va a llevar más tiempo en las primeras fases del proyecto, pero luego llegas a una solución mucho más robusta que al final te permite acortar plazos, tener menos fallos. Además, aprendes más.

Con las impresoras 3D, un modelo que te puede llevar 2 días en el programa de simulación, te lleva varias semanas de ensayos, pero luego recuperas el tiempo. Una vez que tienes el resultado completo, ya lo puedes escalar a todo lo que quieras.

-¿Qué destacarías de Táctica Industrial?

Desde que empecé en la Universidad sentí desinterés hacia las empresas grandes, porque en ellas da cierta impresión de que eres poco relevante. Tienes unas tareas asignadas y, una vez que las haces, tienes que rendir cuentas a tu jefe, que a su vez tiene un supervisor que tiene por encima a otro jefe y así sucesivamente. Así que quise trabajar en una empresa pequeña, el hecho de que haya caído justo aquí es una suerte para mí. Caí de pie.

Aparte están las facilidades que te dan aquí, la libertad en el trabajo, en la toma de decisiones, en las responsabilidades que tenemos, los proyectos que estamos haciendo…

Aquí trabajamos en equipo, hacemos un buen grupo y esa es la clave, porque si no sabes una cosa tienes que pedir ayuda. Hay que compartir todo tipo de conocimiento, y así es como ganamos. Un poquito de unos y un poquito de otros, al final hacemos un todo.

Además de labor de consultoría, Táctica intenta dar valor añadido a lo que tenemos. Trabajamos en energías renovables, en sostenibilidad… Tratamos de hacer proyectos que sean útiles, de mejorar la sociedad a partir de la ingeniería.

-¿Como por ejemplo?

Las ideas de innovación frugal. Hacer productos económicos, pero que funcionen igual que los que son más caros, para que las personas que no pueden permitírselos tengan acceso a ellos.

A mí todo esto me encanta, realmente. Es una motivación trabajar aquí para eso. En el resto de empresas no sé cómo será, pero empresas como esta hay pocas.

-¿A qué te referías antes con libertad en el trabajo?

En muchas empresas tú tienes que hacer tu trabajo y no te puedes salir de ahí. Aquí también tenemos libertad de ideas. Hay muchos proyectos que se tiraron de ellos y se desarrollaron a partir de ideas.

Te cuento mi experiencia personal. Mi proyecto de fin de carrera estaba orientado a solucionar un problema que tiene el estadio de fútbol de Oviedo. El Carlos Tartiere no tiene un buen césped porque no recibe luz natural. Es un estadio muy grande que está encajado en mal sitio.

Mi proyecto estaba enfocado a diseñar un dispositivo que pudiese reflejar la luz del sol con heliostatos como los que se utilizan en ingeniería solar térmica. De esa forma se iluminarían las zonas de sombra para que pudiese crecer el césped. Sobre todo, en invierno, que es un barrizal.

Ese proyecto atrajo a Buba (habla de José Luis Suárez Sierra, Gerente de Táctica Industrial). Yo le pedí que lo tutorizase porque era un profesor distinto al resto, de los pocos que nos habían enseñado realmente lo que significaba el oficio de ingeniero. Le expliqué la idea y me ayudó, enseñándome proyectos parecidos. Cuando acabé el proyecto llegamos a conversar con el Ayuntamiento de Oviedo, pero luego cambió el alcalde. Quedó aparcado, pero agradezco que se haya tirado tanto como para poder llegar a ya casi un acuerdo de proyecto.

Quedó como una idea conceptual, hicimos experimentos en el laboratorio. Es un conocimiento que ya tenemos y cuando se encuentre la manera de aplicarlo, se aplicará.

-¿Estás trabajando actualmente en algún proyecto especial del que puedas hablar?

El proyecto de los heliostatos fue iniciativa mía y le tengo mucho cariño. Otro proyecto que es muy interesante y muy complejo, con un potencial brutal, está relacionado con los efectos del viento en las estructuras solares fotovoltaicas. Tenemos generada una teoría que funciona y de la que estamos desprendiendo algunos detalles en los artículos que estoy publicando en Linkedin.


También estamos desarrollando nuevos proyectos muy novedosos en el mundo de las renovables, y que esperamos mostrarlos el próximo año, así que hay que estar atentos.

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